CLASIFICACIÓN DE LOS VOLCANES
En función de los materiales que arrojan y de las características peculiares que presentan su forma de erupción, los volcanes se clasifican en cuatro grupos distintos: hawaiano, estromboliano, vesubiano y peleano.
El tipo hawaiano debe su nombre a las islas Hawái, donde se encuentran los ejemplos más representativos. Los volcanes de este tipo arrojan lavas muy liquidas, abundantes y tranquilas, que producen coladas de varios kilómetros de extensión. A veces estas lavas forman grandes lagos en el cráter antes de derramarse por las vertientes del cono volcánico, que son normalmente de pendiente muy suave. Los conos pueden alcanzar gran altura, y los cráteres son normalmente de gran diámetro y presentan formas muy aplanadas.
El tipo estromboliano debe su nombre al volcán stromboli, situado en las islas Lípara, cerca de Italia. Son volcanes que arrojan lavas bastante liquidas, formando largas coladas, pero que proyectan también bombas y cenizas, que salen catapultadas por encima del cráter y normalmente vuelven a caer dentro de él.
El tipo vesubiano, que debe su nombre al volcán Vesubio (en el sur de Italia), se conoce también como vulcanismo. Se caracteriza por producir erupciones muy violentas y la efusión de una lava espesa y que solidifica rápidamente. Esta lava suele taponar el cráter, y es expulsada violentamente al producirse la explosión que señala el comienzo de la erupción. Los volcanes de este tipo arrojan también cenizas y piedras, y a menudo forman sobre el cráter una gran nube de gases en forma de pino.
Finalmente, el tipo peleano, que debe su nombre a la montaña Pelada (Montaigne Peleé), una cumbre volcánica de la isla antillana de la Martinica, se caracteriza por una erupción explosiva que arroja lavas muy viscosas acompañadas de nubes de gases que arrasan todo lo que encuentran a su paso. Estas nubes se denominan nubes ardientes, y están formadas por una mescla de gases, vapor de agua y cenizas. Los volcanes peleanos son también los que pueden formar grandes agujas de lava, que se desploman al solidificarse. Es famosa la erupción de la Montaña Pelada que tuvo lugar en 1902, durante la cual llego a formarse una gran aguja de más de 300 m de altura.
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