LOS LAGOS
Un lago es una extensión permanente de agua que carece de contacto con el mar. Los lagos están situados normalmente en zonas deprimidas de la corteza terrestre, y su origen puede ser de lo más diverso. Algunos constituyen el último vestigio de antiguos mares lentamente desecados, mientras que otro sean producido como consecuencia hundimientos de la corteza terrestre, que han dado lugar a invasiones marina. También hay los lagos de origen glaciar, es decir, creados por la fusión o por el desplazamiento de grandes masas de hielo.
A diferencia de los ríos, los lagos no son agentes erosivos, y su existencia no provoca alteración alguna en el paisaje. La importancia para el hombre radica en que constituyen una fuente de recursos alimentarios y de agua potable, y también en que pueden utilizarse para el trasporte, el esparcimiento y la producción de energía eléctrica.
Los lagos se alimentan de diversas maneras, pero esencialmente reciben sus aguas de las precipitaciones, de los ríos o glaciares y de las capas freáticas. Según la principal fuente de alimentación, se habla de lagos de régimen pluvial, nival, pluvionival, nivopluvial, fluvial, glaciar y freático.
Cuando un lago es de régimen fluvial, puede ser alimentado por las aguas de uno o de varios ríos, de los que se dice que son tributarios del lago. Pero también puede darse el caso de que en las aguas del mismo lago nazca un rio, o de que la corriente que llaga por una orilla salga por la orilla contraria. Estos ríos que nacen en los lagos se denominan emisarios.
Los lagos más grandes de la Tierra son en Superior, en la frontera de Estados Unidos y Canadá, que tiene una extensión de 82.414 km2, y el Victoria, situado entre Tanzania, Uganda y Kenia, cuya extensión es de 68.800 km2.
Comentarios
Publicar un comentario