ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN
Mientras que los indicadores anteriores reflejan la evolución de la población desde el punto de vista cuantitativo, la estructura de la población se centra en el punto de vista cualitativo. Es decir, estudia la composición de una población de edades, sexos, actividad económica, nivel de educación, nivel de vida, etc.
Para estudiar la distribución de la población por sexos y grupos de edad se elaboró lo que se llama una pirámide de población o pirámide de edad, que constituye una representación gráfica extraordinariamente útil y clara para comprender a simple vista la estructura demográfica. Es un gráfico sencillo, basado en los ejes de coordenadas; en el eje vertical se indican los grupos de edades generalmente en peldaños que abarcan periodos de 5 años, y en horizontal los efectivos de población o número de personas correspondiente a cada edad, representados en barras de longitud proporcional. Los datos relativos al sexo masculino se consignan en el lado izquierdo, y los referentes al sexo femenino en el lado derecho. El resultado final es una doble columna de barras superpuestas, cuya longitud indica el peso que tiene cada grupo de edad en relación a la población total. En la forma que presentan las pirámides de edades influyen numerosos factores; por ejemplo los años que coincidan con una guerra o una epidemia mostraran una disminución sensible de los grupos de edades correspondientes. Estos gráficos son muy útiles para comparar poblaciones entre y para establecer el grado de envejecimiento de un grupo poblacional.
La distribución de la población por edades permite también hablar de poblaciones jóvenes y poblaciones envejecidas. Son jóvenes todas aquellas sociedades o poblaciones en la que hay más de un 40% de niños y adolescentes y menos de un 5% de ansiamos, y envejecidas o regresivas aquella en que los más jóvenes representan menos del 25% y los ancianos más del 10%. Este modelo de sociedad envejecida, que es típico de los países desarrollados, comporta numerosos problemas, ya que un porcentaje cada vez menor de población activa debe sostener a un número cada vez mayor de ancianos, jubilados y pensionistas. En algunos países, esta situación está a punto de colapsar los sistemas de pensiones que el Estado garantiza a los ciudadanos.
Comentarios
Publicar un comentario