POBLACIÓN Y TRABAJO

El estudio de la estructura de la población atiende también a los diversos indicadores económicos. En este sentido se puede hablar, por un lado, de nivel de vida de la población y, por otro, de población activa y de paro.

El nivel de vida de una sociedad determinada se establece dividiendo el conjunto de riqueza que crea esa sociedad por el número total de habitantes. El conjunto de riqueza, llamado Producto Nacional Bruto (PNB), es una cifra que viene dada por la suma de la producción total de los diversos sectores económicos. Al dividir esa cifra por el número de habitantes se obtiene el llamado producto nacional bruto per cápita o renta per cápita, que es la cantidad de riqueza de que dispone teóricamente cada miembro de una sociedad determinada. Las diferencias de renta per cápita entre los países del mundo, y en consecuencia las diferencias de nivel de vida, son aterradoras. Así, mientras que en los países más ricos la renta per cápita supera los 12.000 dólares, llegando en algunos casos a rebasar los 20.000 dólares (Estados Unidos, Canadá Alemania, Francia, etc.), en los países pobres no llega a los 300 dólares. Pasando de escala nacional a escala mundial, los datos son aún más sobrecogedores, ya que el 77% de la población dispone solo del 15% de la riqueza total, mientras que el 85% de la riqueza lo acapara el 23% de la población.

Al analizar la población de un país en relación con la actividad laboral, se distingue entre población activa e inactiva. Llamamos población activa al conjunto de las personas que en el momento de efectuar el recuento tiene un empleo, y población inactiva, al de las personas que no tiene un empleo remunerado (amas de casa, jubilados, estudiantes, etc.). Un colectivo intermedio entre estos dos grupos es el de la población parada, es decir, las personas que están disponibles para trabajar y desean hacerlo, pero no encuentran empleo. El número de parados se estudia por medio de la tasa de desempleo, que se obtiene multiplicando por cien el número de parados y dividiendo el resultado por el número de activos.

El paro es un problema reciente. Hasta hace pocos años, puede decirse que había empleos suficientes para todas las personas en edad de trabajar. Sin embargo, desde mediados del siglo XX, la mecanización reciente y la incorporación generalizada de la mujer al mundo laboral han provocado un desempleo progresivo. En la actualidad el paro es uno de los principales escollos de los países desarrollados, donde las tasas de desempleo oscilan entre el 2,1% de Japón y el 16,2% de España, en los países menos industrializados, el paro constituye a menudo un problema aún mayor, aunque en estos casos obedece comúnmente a una mala organización general de la economía.

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